Y en francés el horror es mayor. No cuadra. Silábicamente no encaja. Los golpes de voz no sobreviven ni al cambio de código ni a la sonoridad. La musicalidad se desvanece y el resultado se acerca más al esperpento que a la epopeya imposible de los dos amantes. Eso de que las grandes canciones superan todas las barreras, incluso las lingüísticas, es una gran mentira. La historia que cuenta Bowie en "Heroes" no alcanza la intensidad inherente al original inglés en su traducción al alemán y al francés. Ahora bien, ¿qué importa?
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