Línea Editorial


Que nadie busque aquí un mínimo indicio de objetividad; sinceramente, no lo hay. En este blog se reflexiona sobre la obra del artista David Bowie, metáfora del cambio inacabado. He aquí, por tanto, una excepcional fusión de arte, pensamiento y esquizofrenia.

lunes, 27 de julio de 2015

Era vietnamita y se llamaba Kuelan Nguyen

Y dice la leyenda que Iggy Pop se enamoró de ella (o simplemente se encaprichó en una de esas míticas noches berlinesas de la segunda mitad de los setenta). Lo cierto es que ambos, digo Iggy Pop y David Bowie, le dieron forma a la canción y el de Michigan la incluyó en su primer disco en solitario, The Idiot (1977). La titularon "China Girl". La historia es muy sencilla: cuentan que el Château d'Herouville acogió la grabación de los dos discos, éste y el Low, y durante aquellos días llegó un artista llamado Jacques Higelin acompañado de una mujer oriental que trastocó a la iguana. En lo que se dice un aparte, intentó la aproximación, si bien la fémina le contestó con la más clara de las onometopeyas, el "shhhh" de silencio que se incluye al final de la composición. 

Kuelan Nguyen era pareja del cantante francés Jacques Higuelin.

Tras los discos con los Stooges, su líder había pasado horas bastante bajas. Su internamiento en una institución mental no invitaba a que alguna discográfica se hiciera cargo del cantante en una nueva etapa, así que la amistad con Bowie fue, nunca mejor dicho, salvadora. La iguana volvió a caer y en 1983, visto el panorama, aquella "China Girl" pasó a formar parte de Let's Dance, y ahí acabaron los problemas económicos del señor Pop. Mientras que la primera versión se acercaba más al desorden del punk, caótica y siniestra pero deliciosa con su complemento de metales desde el arranque, la versión ya ochentera, en cambio, es eso, ochentera, elegante y pop, moderna y más que bailable. De momento, quedémonos con la primera. 




jueves, 23 de julio de 2015

"Young Americans" o el cambio del cambio

La mutación total. Valiente y arriesgada, tal vez suicida, con mucho que perder y, eso sí, también mucho que ganar... La conquista del mercado americano supuso en el caso de Bowie el salto más grande de su carrera, no al vacío sino a la gloria máxima. Si te haces con la audiencia yanqui lo tienes todo. Ahora bien, ¿qué necesidad tenía el inventor de Ziggy y Aladdin de adentrarse en derroteros que para nada controlaba? Su viaje hacia el soul es soberbio. Se desliga del rock en un suspiro y se busca piso en Filadelfia para componer a destajo el disco posterior a Diamond Dogs, giro de 360 grados que tenía todas las papeletas para acabar en fracaso.


La producción de lo que parecía un capricho fue surrealista: en Londres, Tony Visconti; en Filadelfia, Bowie. El primero, modelando el material hacia las esencias negras; el segundo, con su nuevo amigo John Lennon, manipulando textos y sonidos por derivas más comerciales. Finalmente el cantante se salió con la suya, lo que significó un golpe maestro en la leyenda que iba gestando desde hacía una década. Las contribuciones de los por entonces muy jóvenes Carlos Alomar y Luther Vandross (ambos con 24 años en aquel 1975) aportaron la frescura suficiente como para firmar una obra, no maestra, pero sí definitiva. De mítico podemos calificar el anticipo ofrecido en el Dick Cavett Show en diciembre del 74. Hombreras y mucha laca para el cambio del cambio.


viernes, 17 de julio de 2015

"Space Oddity" o el spleen sideral

Fue estrenada en el verano de 1969, al calor de la moda espacial que imperaba en el séptimo arte a finales de los setenta. El huracán 2001, Una odisea del espacio (1968) arrastró a muchos artistas de la época, entre ellos Bowie. Y la inmensa mayoría se bajó del carro cuando el modelo se había agotado meses después... lo que pasa es que para Bowie la imaginería firmada por Stanley Kubrick nunca se agotó. La historia de aquel hombre agazapado en algún lugar de la galaxia, pensando en cortar cualquier mínimo contacto con la Tierra, tuvo continuación en "Ashes to Ashes" (1980), en "Hallo Spaceboy" (1995), en el "Rocket Man" (1972) de Elton John, en el "Major Tom" (1982) del alemán Peter Schilling (incluso ronda por youtube una versión de los mismísimos Hermanos Calatrava).


Con el paso de los años esta muestra de folk espacial, escrita por una criatura de quién sabe qué mundo extraterrestre aterrizado en la Anglosajonia cultural de la Guerra Fría, sigue ganando enteros y adeptos. Que la historia reúne las condiciones propias de una obra universal es evidente: soledad e insatisfacción, evasión como solución más fácil al tedio terrestre, pesimismo y, lo mejor, todo ello envuelto en los acordes de una guitarra acústica a la que vamos llegando como si de un eco escondido tras la puerta se tratara. La melodía, encajada en un halo de spleen sideral, no termina: simplemente enlaza lapsos y más lapsos de instantes perdidos al otro lado de la cápsula.  



jueves, 9 de abril de 2015

King Crimson puso la banda sonora

...del primer encuentro Bowie-Barnett. El 9 de abril de 1969, durante un concierto de los incipientes King Crimson en Londres, alguien le presentó, como dice Sandford, "a una ingénue de diecinueve años" al que por entonces ya vislumbraba el éxito con la recién grabada "Space Oddity". Coincidían así varias señales importantes en muy poco tiempo: la cantera londinense continuaba generando artistas como churros; Angela Barnet ponía pie y medio dentro del universo Bowie y, lo más importante, arrancaba una década que encumbraría al cantante-mimo-actor-etcétera hasta lo más alto de la industria discográfica.

King Crimson publicó en 1969 su primer trabajo discográfico.

No obstante, Robert Fripp y companía serían testigos y partícipes del hito. Tal vez se hubieran conocido más tarde, si no en un concierto de King Crimson pues, seguramente, en otro de T.Rex, o viendo a los Stones, o quién sabe. Lo cierto es que Angela y David, David y Angela se toparon el uno con el otro mientras sonaban las canciones de In the court of the King Crimson, considerado por la crítica como el primer álbum de rock progresivo de la historia. La evolución posterior de ambos, o mejor, de todos ellos... devino mutante, cambiante, impredecible como una primavera lluviosa.


domingo, 5 de abril de 2015

Anatomía de un cóver supremo

Han sido pocas. Con los dedos de la mano se podrían contar y aún nos quedaría mano. Las versiones que superan (o casi lo hacen) al original escasean en la historia de la música rock porque, al fin y al cabo, ganarle la partida a un clásico con sus mismas armas es, como mínimo, ruin, pretencioso y muy cómodo.

Kurt Cobain fallecía tal día como hoy, 5 de abril, de 1994.
Podríamos acusar a Cobain y compañía de sacrilegio, de pequeños plagiadores de tres al cuarto que, aprovechando un clásico como el de Bowie, se embolsaron una buena cantidad de pasta para regocijo de unos y otros. Sin embargo, en este caso la cosa no está tan clara. Vayamos por partes.

Bowie publicó The man who sold the world en 1970.

Nirvana grababa el MTV Unplugged in New York a mediados de noviembre de 1993. Su líder ya hacía tiempo que, por decirlo de una forma distinta, había entrado en trance. Sumido en la vorágine del éxito, tan añorado durante su adolescencia y tan detestado en los últimos meses de su vida, el de Aberdeen abordaba el clásico de Bowie sin ánimo de manufacturar una mera copia. Le da la vuelta a la canción para devolverla al mismo sitio, pero en su voz no suena como en la de Bowie, y sin embargo cautiva tanto o más.

Kurt Cobain durante la grabación del MTV Unplugged in New York (1993).

En segundo lugar, queda claro que el afán económico no fue la prioridad, se supone de la banda. Y se supone también que la discográfica, el autor y demás acólitos del mainstrem de mitad de los noventa se estarían frotando las manos con los lamentos del último Cobain vía Bowie. Los acontecimientos posteriores, con suicidio incluido, reflejan que entre las intenciones del trío no estaba la de forrarse con el posible y potencial single.

Kurt Cobain vs David Bowie.
En definitiva, cuando se solapan dos de los nombres generacionales más importantes del pasado siglo XX el resultado, inevitablemente, le da una nueva dimensión al adjetivo imprevisible.


jueves, 19 de marzo de 2015

David y Angela se casan

Sandford lo explica de forma muy gráfica: " La tarde del 19 de marzo, Bowie ofreció su actuación habitual en el Three Tuns. A la mañana siguiente se despertó en compañía de Angela y Anita Bowes. Después de un largo desayuno, el grupo salió hacia el Juzgado de Bromley junto a Cambridge y dos amigos, Roger Fry y Clare Shenstone. Allí, entre sillas apiladas, el polvo que se filtraba desde las vigas del techo y los letreros eléctricos verdes que decían DAMAS y CABALLEROS, Bowie y Angela se casaron". 

David Bowie y Angela Barnett fueron matrimonio durante los años 70.

El matrimonio duró diez años repletos de intensidad y obstinación por alejarse de todo aquello que oliera a mediocridad. Era un 9 de abril, en concreto de 1969, cuando ambos se conocieron en un concierto de King Crimson. Al año siguiente, tal día como hoy, se casaban en lo que fue una ceremonia tan rápida como improvisada, e inaugurando unos años imposibles de agrupar por fases que tienen, eso sí, como denominador común el hedonismo, la bisexualidad y la obsesión por el éxito. Otra vez: al año siguiente (esto va por años) nacía Duncan Zowie Haywood Jones. The prettiest star, y algunos añaden también Golden Years, son inspiración de esta chipriota-estadounidense que no marca un antes y un después en el devenir de Bowie, .... pero casi.



"Cold fire, you've got everything
but cold fire
You will be my rest and peace child
I moved up to take a place near you

So tired, it's the sky that makes you feel tired
It's a trick to make you see wide
It can all but break your heart in pieces

[CHORUS]

Staying back in your memory
Are the movies in the past
How you moved is all it takes
To sing a song of when I loved
The Prettiest Star

One day though it might
as well be someday
You and I will rise up all the way
All because of what you are
The Prettiest Star

[CHORUS]

One day though it might
as well be someday
You and I will rise up all the way
All because of what you are
The Prettiest Sta"

sábado, 14 de febrero de 2015

Evasión o ... ¿victoria?

Indecente. Legal, pero indecente. Que haya revolucionado la música popular contemporánea tanto en la forma como en el fondo no sirve de disculpa. Desde mediados de los setenta David Robert Jones ingresaba sus ganancias en el macroparaíso fiscal suizo para evadir impuestos, según ha publicado la prensa mundial en los últimos días. Esta contradicción, una más en su inmensa carrera, no es de las que resultan agradables, sobre todo porque deja al descubierto al recaudador frente al artista. ¿Qué lugar ocupa cada uno de ellos en su trayectoria?

Hervé Falciani, ingeniero de sistemas que ha destapado los nombres de unos 130.000 evasores fiscales de todo el mundo.

Lo de la lista Falciani raya en la incoherencia más absoluta, una mentira más que en el caso de Bowie hace tambalear muchos de los textos de una carrera brillante. El divo también tiene rinconcito en Suiza, paradigma de la acumulación y la avaricia consentidas. Sí, David, tú con tu dinero puedes hacer lo que quieras, que para eso te lo has ganado con el sudor de tu frente, pero los hechos son los hechos, y la realidad acaba de darle un mazazo a estrofas que teníamos por sinceras. 

"Do you remember, your President Nixon?
Do you remember, the bills you have to pay
or even yesterday?"
("Young americans", 1975)

Llegados a este punto, qué es lo que tenemos. Queda claro que un sistema perverso, fomentado por una banca miserable y auspuciado por gobiernos e instituciones que sólo buscan refugio para sus ganancias. Luego llega la hipocresía, cuando percibes que las voces discordantes levantan el puño por el pueblo y esconden el dinero en la otra mano. Si tu objetivo es retratar un mundo vacío, tampoco contribuyas a más vacuidad. Sigamos haciendo camino, a pesar de las contradicciones. 



domingo, 1 de febrero de 2015

David Bowie lo sabe y tu mami también

Hablemos de lejanos salones de baile, de los de Marte para más señas. Detengámonos un momento en ellos porque en el universo Bowie, y en este caso de rebote, los homenajes a "Ballrooms of Mars" se suceden de norte a sur. Tenemos dos fechas básicas: 1972 y 1980.

Marc Bolan, líder de T.Rex
A principios de los setenta T.Rex publicaba su séptimo trabajo, The Slider, y ahí entraba casi al final del disco una canción de tempo lento y atmósfera espacial, compuesta por Marc Bolan, donde ensalzaba las virtudes de una joven a la que, se supone, profesaba amor. Y para argumentar dicho amor aludía a autoridades del calibre de Bob Dylan, John Lennon o Alan Freed; no había allí ni rastro del autor de Ziggy Stardust.


Pasaron los años y, no tan lejos de Inglaterra, en la incipiente escena musical española, un tal Herminio Molero, miembro fundamental de los primeros Radio Futura, adaptaba el tema al castellano con diversas variaciones: lo primero, un matiz reggae que aportaba a la canción alegría y sofisticación; lo segundo, la dedicatoria directa a Olvido Gara, integrante de Kaka de Luxe, y que se caracterizaba por apenas moverse en escena; y, lo tercero, la mención directa a David Bowie olvidándose de las 'autoridades' a las que aludía Bolan en el original. El resultado final lo conocemos todos. Como en el caso de Parálisis Permanente con "Héroes", la "Divina" que recrea "Ballrooms of Mars" también deja el pabellón por las nubes.


"Divina estás programada para el baile
y en la brillante nave te deslizarás
en tus manos de metal hay reflejos de rosas
y viento y coches, gentes del ayer. 

Mi cosa te diré cuando cante la luna
y tu cara será una estrella sobre mi pedestal.
Suavemente abrazada a tu loco impasible
bailaremos toda la vida en los bailes de Marte
¡rock!
Tu hablas de la luz y yo hablo de la noche
cuando los monstruos tienen nombre de mujer.
David Bowie lo sabe y tu mami también 
hay cosas en la noche que es mejor no ver.

Te veo bailar con pegatinas en el culo
y mueves con tu ritmo la cara de tus fans.
Eres una bruja de oro, eres un pequeño gángster
estuvieste con Kaka de Luxe pero no te oí cantar
¡rock!"

Olvido Gara en la época de Kaka de Luxe.

martes, 20 de enero de 2015

Orwell también engatusó a Suede

Si tuviéramos que elegir un grupo que bebe directamente en las fuentes de Bowie, sin lugar a dudas pronunciaríamos el nombre de Suede. En 1994 presentaron su trabajo más sublime, un complicado segundo doble disco titulado Dog Man Star. Excesivo, melodramático, reflexivo, en el fondo extremo e irreverente en aquellos tiempos de vacuo britpop...todos estos adjetivos nos suenan porque, no nos engañemos, todos ellos los utilizamos una y otra vez para aludir a los trabajos de los Stardust, Sane, el Duque Blanco, etcétera, etcétera. 

Bernard Butler (izquierda) y Brett Anderson en primer plano.
En la historia del rock se suelen dar tándems que lamentablemente se rompen. Algunos de los ejemplos más paradigmáticos los tenemos en la dupla Morrissey-Marr, o en el caso de Ian Brown y John Squire, pero cuando Brett Anderson y Bernard Butler dieron por cerrada su relación artística se estaba desvaneciendo, en verdad, la anhelada prolongación de un puñado de canciones apoteósicas. En "We Are The Pigs" encontramos, además, eso que tanto satisface al Bowie compositor, esto es, la intertextualidad, aquí en forma de homenaje al Orwell de 1984 y Rebelión en la granja; en esencia, un mundo en descomposición entregado a lo que aparece en la gran pantalla. Algunas cadenas televisivas se negaron a emitir el videoclip.


miércoles, 14 de enero de 2015

Los mimos de Lindsay Kemp

Otra extremo, otra vía de creación: la Comedia del Arte. No lo dudó cuando supo que el mimo Lindsay Kemp había comprado su álbum David Bowie: se matriculó en las clases del Centro de Danza. Visto que tras numerosos fracasos musicales no lograba hacerse un hueco en la escena musical británica, decidió renovarse o morir, de ahí el camp, sus amoríos con el bailarín y el descubrimiento de todo un universo por indagar.
Lindsay Kemp y David Bowie.
 La clave la encontramos en el montaje de Pierrot in Turquoise (1967), donde David aparece en los títulos de crédito como artista principal. Las andanzas de Arlequín, Colombina y el propio Pierrot, y él mismo en el papel de Cloud, entusiasmaron a un ya veinteañero que aprovechó aquellos años para llevar la experimentación de la escena a su cama y viceversa. Años de ambigüedad sexual y catarsis creativa, si por algo se caracterizan es por la inmensa influencia que tuvo Kemp para la posterior galería de personajes que devoraron al cambiante Bowie.
 

"Threepenny Pierrot - we love you
Threepenny Pierrot - loves us too
Pockets of gladness, gay time eyes
Comical hero, threepenny Pierrot

Happy little feet that dance all day
Lonely little heart with lots to say
Stepping footprints on your mind
Offering thoughts of Columbine

Bang the drum and blow the bugle call
Pierrot takes the stage to play for all
For here's a life his fortune rules
Forsaken by his Columbine

Threepenny pierrot - we love you
Threepenny pierrot - loves us too
Pockets of gladness, gay time eyes
Comical hero, threepenny Pierrot

To tap his feet to greet dear Harlequin
The hearts of folks so keenly hard to win
A patchwork frame of tears and wine
The nectar for cruel Columbine

The part of three and leaves the stage forlorn
Puppets cold, their faces sad and drawn
Relive each trial of rise and fall
The love which lacks between us all

Threepenny Pierrot - we love you
Threepenny Pierrot - loves us too
Pockets of gladness, gay time eyes
Comical hero, threepenny Pierrot

Threepenny Pierrot - we love you
Threepenny Pierrot - loves us too
Pockets of gladness, gay time eyes
Comical hero . . . . . . threepenny Pierrot"

El montaje completo de Pierrot in Turquoise, aquí:

jueves, 8 de enero de 2015

David Bowie cumple 68 años

...Peggy Burns y John Jones, la vida en Stansfield Road, la Stockwell Infants School hasta los seis años, el barrio de Bromley, la Burnt Ash Junior School y sus peculiares métodos, Franky Lymon and The Teenagers, The Platters, Fats Domino, Elvis Presley, Little Richard, Chuck Berry, Owen Frampton y su hijo Peter, Terry Burns (su hermanastro), Charles Mingus y John Coltrane, el jazz, el primer saxofón, George Underwood y un puñetazo en el ojo para el resto de sus días, ...
...los Kon-rads, primer trabajo como ayudante de electricista, The King Bees, la comparación con los Beatles, el fracaso de "Liza Jane", The Manish Boys, el fracaso de "I Pity the Fool", The Lower Third, el fracaso de "You've Got a Habit of Leaving", The Buzz, el fracaso de "Do Anything You Say", The Riot Squat (no llega a publicar), empieza la carrera en solitario (ya no es Davy ni Davie), Jim Bowie y su cuchillo, Ken Pitt como mánager, el fracaso de "The Laughing Gnome",...
Peggy Burns con una de las primeras grabaciones de su hijo.
...álbum de debut con el título David Bowie, psicodelia y music hall, Lindsay Kemp y la bohemia, los primeros excesos, la ambigüedad sexual como provocación, cambio de dirección hacia la interpretación, arte dramático, vanguardia, mimo, comedia del arte, Hermione Farthingale a la guitarra acústica, John Hutchinson al bajo, folk y poesía en The Feathers, etc...


"La la la la la la, la la la la la la la

A winter's day, a bitter snowflake on my face
My summer girl takes little backward steps away
Jack Frost took her hand and left me, Jack Frost ain't so cool

Sell me a coat with buttons of silver
Sell me a coat that's red or gold
Sell me a coat with little patch pockets
Sell me a coat 'cause I feel cold

And when she smiles, the ice forgets to melt away
Not like before, her smile was warming yesterday
See the trees like silver candy, feel my icy hand

Sell me a coat with buttons of silver
Sell me a coat that's red or gold
Sell me a coat with little patch pockets
Sell me a coat 'cause I feel cold

See my eyes, my windowpane
See my tears like gentle rain
That's the memory of a summer day

Sell me a coat with buttons of silver
Sell me a coat that's red or gold
Sell me a coat with little patch pockets
Sell me a coat 'cause I feel cold

Sell me a coat with buttons of silver
Sell me a coat that's red or gold
Sell me a coat with little patch pockets
Sell me a coat 'cause I feel cold

La la la la la la, la la la la la la (repeat)"

martes, 6 de enero de 2015

David, Elvis y la prima Kristine

Hoy hace precisamente un año que Life Elsewhere, programa de radio dirigido por Norman B. en la WMNF de Tampa, dedicaba un tributo al tándem Bowie-Presley. Con motivo de su octavo aniversario, varios críticos repasaron ambas trayectorias musicales, tan plagadas de altibajos como de momentos cumbre. 


Dice Christopher Sandford que cuando el rock and roll irrumpió en Inglaterra en 1956 la moda entró de lleno en casa de David. "Se sintió subyugado, aunque ni siquiera esta palabra alcanza a describir un proceso que tuvo algo de reencarnación". El crítico rememora una entrevista de 1972 en la que Bowie hacía mención de "Hound Dog" y del efecto que provocó en una de sus primas: "Nunca la había visto ponerse de pie y emocionarse tanto con nada. La fuerza de aquella música me impresionó de verdad. Empecé a comprar discos de inmediato. Al día siguiente mi madre me compró 'Blueberry Hill', de Fats Domino". Lo cierto es que este blues fue escrito por Jerry Leiber y Mike Stoller y grabado por la mítica 'Big Mama' Thorton en 1952. Atentos al ilustre duelo de armónicas.

 
No obstante, la versión más famosa la interpretó el 'Rey' y data de 1956. En definitiva, el primer Bowie, aquel preadolescente en pleno descubrimiento musical, vivía con intensidad todo lo que se estaba gestando a ambos lados del Atlántico, con el blues y el rock como caminos por los que se veía destinado a transitar.