Línea Editorial


Que nadie busque aquí un mínimo indicio de objetividad; sinceramente, no lo hay. En este blog se reflexiona sobre la obra del artista David Bowie, metáfora del cambio inacabado. He aquí, por tanto, una excepcional fusión de arte, pensamiento y esquizofrenia.

sábado, 14 de febrero de 2015

Evasión o ... ¿victoria?

Indecente. Legal, pero indecente. Que haya revolucionado la música popular contemporánea tanto en la forma como en el fondo no sirve de disculpa. Desde mediados de los setenta David Robert Jones ingresaba sus ganancias en el macroparaíso fiscal suizo para evadir impuestos, según ha publicado la prensa mundial en los últimos días. Esta contradicción, una más en su inmensa carrera, no es de las que resultan agradables, sobre todo porque deja al descubierto al recaudador frente al artista. ¿Qué lugar ocupa cada uno de ellos en su trayectoria?

Hervé Falciani, ingeniero de sistemas que ha destapado los nombres de unos 130.000 evasores fiscales de todo el mundo.

Lo de la lista Falciani raya en la incoherencia más absoluta, una mentira más que en el caso de Bowie hace tambalear muchos de los textos de una carrera brillante. El divo también tiene rinconcito en Suiza, paradigma de la acumulación y la avaricia consentidas. Sí, David, tú con tu dinero puedes hacer lo que quieras, que para eso te lo has ganado con el sudor de tu frente, pero los hechos son los hechos, y la realidad acaba de darle un mazazo a estrofas que teníamos por sinceras. 

"Do you remember, your President Nixon?
Do you remember, the bills you have to pay
or even yesterday?"
("Young americans", 1975)

Llegados a este punto, qué es lo que tenemos. Queda claro que un sistema perverso, fomentado por una banca miserable y auspuciado por gobiernos e instituciones que sólo buscan refugio para sus ganancias. Luego llega la hipocresía, cuando percibes que las voces discordantes levantan el puño por el pueblo y esconden el dinero en la otra mano. Si tu objetivo es retratar un mundo vacío, tampoco contribuyas a más vacuidad. Sigamos haciendo camino, a pesar de las contradicciones. 



domingo, 1 de febrero de 2015

David Bowie lo sabe y tu mami también

Hablemos de lejanos salones de baile, de los de Marte para más señas. Detengámonos un momento en ellos porque en el universo Bowie, y en este caso de rebote, los homenajes a "Ballrooms of Mars" se suceden de norte a sur. Tenemos dos fechas básicas: 1972 y 1980.

Marc Bolan, líder de T.Rex
A principios de los setenta T.Rex publicaba su séptimo trabajo, The Slider, y ahí entraba casi al final del disco una canción de tempo lento y atmósfera espacial, compuesta por Marc Bolan, donde ensalzaba las virtudes de una joven a la que, se supone, profesaba amor. Y para argumentar dicho amor aludía a autoridades del calibre de Bob Dylan, John Lennon o Alan Freed; no había allí ni rastro del autor de Ziggy Stardust.


Pasaron los años y, no tan lejos de Inglaterra, en la incipiente escena musical española, un tal Herminio Molero, miembro fundamental de los primeros Radio Futura, adaptaba el tema al castellano con diversas variaciones: lo primero, un matiz reggae que aportaba a la canción alegría y sofisticación; lo segundo, la dedicatoria directa a Olvido Gara, integrante de Kaka de Luxe, y que se caracterizaba por apenas moverse en escena; y, lo tercero, la mención directa a David Bowie olvidándose de las 'autoridades' a las que aludía Bolan en el original. El resultado final lo conocemos todos. Como en el caso de Parálisis Permanente con "Héroes", la "Divina" que recrea "Ballrooms of Mars" también deja el pabellón por las nubes.


"Divina estás programada para el baile
y en la brillante nave te deslizarás
en tus manos de metal hay reflejos de rosas
y viento y coches, gentes del ayer. 

Mi cosa te diré cuando cante la luna
y tu cara será una estrella sobre mi pedestal.
Suavemente abrazada a tu loco impasible
bailaremos toda la vida en los bailes de Marte
¡rock!
Tu hablas de la luz y yo hablo de la noche
cuando los monstruos tienen nombre de mujer.
David Bowie lo sabe y tu mami también 
hay cosas en la noche que es mejor no ver.

Te veo bailar con pegatinas en el culo
y mueves con tu ritmo la cara de tus fans.
Eres una bruja de oro, eres un pequeño gángster
estuvieste con Kaka de Luxe pero no te oí cantar
¡rock!"

Olvido Gara en la época de Kaka de Luxe.