Línea Editorial


Que nadie busque aquí un mínimo indicio de objetividad; sinceramente, no lo hay. En este blog se reflexiona sobre la obra del artista David Bowie, metáfora del cambio inacabado. He aquí, por tanto, una excepcional fusión de arte, pensamiento y esquizofrenia.

jueves, 9 de abril de 2015

King Crimson puso la banda sonora

...del primer encuentro Bowie-Barnett. El 9 de abril de 1969, durante un concierto de los incipientes King Crimson en Londres, alguien le presentó, como dice Sandford, "a una ingénue de diecinueve años" al que por entonces ya vislumbraba el éxito con la recién grabada "Space Oddity". Coincidían así varias señales importantes en muy poco tiempo: la cantera londinense continuaba generando artistas como churros; Angela Barnet ponía pie y medio dentro del universo Bowie y, lo más importante, arrancaba una década que encumbraría al cantante-mimo-actor-etcétera hasta lo más alto de la industria discográfica.

King Crimson publicó en 1969 su primer trabajo discográfico.

No obstante, Robert Fripp y companía serían testigos y partícipes del hito. Tal vez se hubieran conocido más tarde, si no en un concierto de King Crimson pues, seguramente, en otro de T.Rex, o viendo a los Stones, o quién sabe. Lo cierto es que Angela y David, David y Angela se toparon el uno con el otro mientras sonaban las canciones de In the court of the King Crimson, considerado por la crítica como el primer álbum de rock progresivo de la historia. La evolución posterior de ambos, o mejor, de todos ellos... devino mutante, cambiante, impredecible como una primavera lluviosa.


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